La actividad comienza con un traslado desde el alojamiento hasta la montaña. Tras una breve charla, te embarcas en una travesía en cuatriciclos con orugas por el bosque nevado, cubriendo aproximadamente 2 km. Durante el recorrido, hay una parada en una fogata para recuperar temperatura con una degustación de vino o chocolate caliente. Finalmente, llegas a un refugio-restaurante donde se disfruta de una cena con sabores patagónicos y concluyes con un brindis de champagne y bombones.